Llueve


Como comenté en la entrada anterior, fue comprar el nuevo telescopio y nublarse  y empezar a caer ese agua tan tan tan necesaria.

No obstante, al día siguiente de tenerlo, me llegué al observatorio para montarlo allí, para ver como ando de sitio y si pudiera tener problemas que me obliguen a modificar de alguna manera su posición.

Cosa harto difícil esta, puesto que la columna está anclada a una enorme roca y bajo la solera del observatorio

Ciertamente, las características del nuevo tubo, su tamaño y posición de equilibrio, lo comprometen un poco, tanto que podría llegar a tropezar con el tabique de separación del observatorio con la zona de refugio casi al final de una sesión dada su orientación al suroeste, punto por el que suelen ocultarse muchos de los objetos de nuestra atención.

Para minimizar o evitar si se puede ese riesgo, tengo que modificar la relación de pesos en el tubo, para que este, quede lo mas centrado en el eje de la montura.

Un par de ideas para lograrlo tengo, solo que con esta climatología no puedo ponerlas en práctica.

Tendremos paciencia.

Lo que si pude hacer ese día, fue una sola foto a M 45, Las Pléyades.

Solo sesenta segundos entre nubes antes de que se nublara.

Un solo fit -formato común de archivo en astrofotografía- de tan solo 60" y sin tomas de calibración no da para mucho, pero apurando la edición en Photoshop, he conseguido que por lo menos, se aprecie algo de la nebulosidad a través de la cual cruza el conocido grupo de estrellas jóvenes y brillantes.

Como curiosidad, con este equipo, no tendré que utilizar ningún software para añadir espicas a las estrellas, el propio tubo las crea merced a la cruceta que en la boca del tubo, sirve para sujetar el espejo secundario.

Una imagen extraída de la Wikipedia lo explica

En ella, vemos a la derecha el espejo primario, que recoge la luz y la proyecta sobre el espejo secundario que a su vez la proyecta desviada hacia el ocular o sensor de la cámara en función de cual sea nuestra preferencia en ese momento, visual o fotográfica.

Son las finas chapas en forma de cruz para sujetarlo, que aquí no se representan, las que provocan esas difracciones. 
 

 El equipo crece

Disponer de un observatorio privado, da la opción de utilizar un equipo algo mas polivalente, que permita la astrofotografía, pero que además, también en visual ofrezca vistas mas luminosas y en lo posible, que llenen mas el campo visual.

Para ello, me he hecho con un astrógrafo TS Optics del tipo Newton 250/1000.

Para quienes puedan llegar aquí sin conocimientos sobre astronomía y telescopios, aclaro que 250 se refiere al diámetro del espejo con el que se capta la luz, 1000 a la distancia focal, teniendo por tanto una relación focal f4, lo que lo sitúa entre los telescopios "rápidos" porque su poder de captación  de luz gracias a su gran diámetro, reduce considerablemente los tiempos de exposición, minimizando así los posibles errores de un guiado algo crítico.

Ahora, a esperar que el tiempo permita estrenarlo, porque fue recogerlo, nublarse y comenzar a llover, pero no me quejaré por ello, que la necesidad de que llueva en abundancia es mucho mas que imperiosa


Mientras tanto, en la medida de lo posible, voy practicando el montaje y solucionando alguna que otra cuestión con soluciones propias o recomendadas por mis amigos y proveedores de Espacio Celeste.  


 No todo es trabajo

El trabajo en el observatorio, que me tiene absorbido, no me ha impedido seguir haciendo fotografía de cielo profundo desde la terraza de casa, con todos los condicionantes que ello implica en cuanto a contaminación lumínica, pero también con todas las comodidades que el estar en casa suponen: No depender de baterías para alimentar el equipo, no tener que montarlo y desmontarlo y otras no menos prosaicas, como poder irse uno a dormir mientras el equipo trabaja, aunque esto ultimo, también lo podre hacer en breve en el observatorio😅

 Os dejo de momento un par de fotos de algunos de mis últimos trabajos, que siguen necesitados de una sustancial mejora en la edición, pero en ello estoy.



Esta es la nebulosa NGC 1848, también conocida como Nebulosa Alma, que junto a la nebulosa Corazón, que ya he mostrado por aquí, forman la asociación estelar Cassiopeia OB6.

Ambas se encuentran en el brazo  espiral de Perseo de nuestra galaxia a 7000/ 7500 años luz del sistema solar.


Esta segunda es la Nebulosa de la Hélice y os dejo una poca información de la Wikipedia.



La nebulosa de la Hélice, nebulosa Helix, NGC 7293 o nebulosa del ojo de Dios es una nebulosa planetaria en la constelación de Acuario, a unos 680 años luz de distancia. Es una de las nebulosas planetarias más próximas a la Tierra y fue descubierta por Karl Ludwig Harding antes de 1824. Su aspecto es muy similar a la nebulosa del Anillo (M57) y sus características físicas son parecidas a las de la nebulosa Dumbbell (M27).

Esta nebulosa es un ejemplo de nebulosa planetaria formada por una estrella similar al Sol en los últimos estados de su vida. Los gases expulsados por la estrella aparecen desde nuestra perspectiva como si viéramos una hélice desde arriba, de donde proviene su nombre. La estrella remanente es una enana blanca. La edad de la nebulosa, basada en su ritmo. de expansión, se estima en unos 10 600 años aproximadamente.

Un equipo de astrónomos ha establecido que la estructura de esta nebulosa es más compleja que lo que inicialmente se creía, consistiendo en dos discos gaseosos colocados casi perpendicularmente uno respecto al otro. Observaciones con rayos X proporcionan evidencia sobre la existencia de una estrella acompañante. Así, uno de los discos puede ser perpendicular al eje de rotación de la estrella agonizante, mientras que el otro está situado en el plano orbital de las dos estrellas. Se cree también que los discos se formaron durante dos períodos diferenciados en donde hubo pérdida de masa por parte de la estrella moribunda. Así, mientras el disco interior se formó hace unos 6600 años, el exterior surgió hace 12 000 años. Además, el disco interior se está expandiendo algo más rápido que el exterior.

A pesar de su gran tamaño aparente, es un objeto difícil de ver debido a su difusión, requiriendo cielos oscuros y el uso de instrumentos lo más luminosos posible, como unos prismáticos o un telescopio funcionando a bajos aumentos. Un filtro nebular acoplado al ocular del telescopio puede ayudar bastante a su observación.

 Va siendo hora

                                                                                                                 Galaxia perdida de Copeland
De hacer las cosas seriamente.
Porque, afortunadamente, ya no me ocurren tantos chascarrillos de los que reírme de mi propia torpeza
El cúmulo de virgo cuenta con casi dos mil galaxias. Esta mas vistosa que vemos arriba, es la que da título a la foto y fue descubierta por Leland S. Copeland, un astrónomo aficionado, que decidió apuntar con su telescopio hacia la Constelación de Virgo allá por la década de los cincuenta del siglo pasado y que hasta entonces, había pasado desapercibida. Son 48 tomas a cinco minutos de exposición mas las tomas de calibración. Cuatro horas en total de esta noche pasada. Las noches se van acortando y no permiten sesiones mas largas so pena de perder mucha calidad, lo que en la terraza de casa, supondría añadir mas pegas a la habitual contaminación que sufrimos en la ciudad Las otras dos grandes que se ven son; NGC 4526 o galaxia perdida por debajo de la de Copeland que lleva el número 4535 en el nuevo catalogo general (NGC) y a la derecha, cerca del borde del encuadre, M 49, haciendo esa M referencia a Charles Messier, astrónomo francés, autor del primer (si no estoy equivocado) catálogo de objetos no estelares. El catálogo Messier, que cuenta con 110 objetos, entre los mas fácilmente visibles. Amplio información extraída de la Wikipedia: El catálogo astronómico más antiguo que se conoce es un catálogo estelar que data del siglo V a. C. y que se encontró en Gan-Shi Xing Jing, redactado por los astrónomos chinos Gan De y Shi Shen. Vinieron luego los catálogos de los griegos Timocares de Alejandría y Aristilo, y posteriormente de Hiparco de Nicea en el curso del siglo II a. C. y el siglo I a. C., y por fin Ptolomeo (siglo II) y su Almagesto que contiene entre otras cosas su catálogo de estrellas. La Edad Media vio nacer la edad de oro de la astronomía en la civilización musulmana, desde los trabajos de Al-Battani en el siglo IX hasta el punto culminante que representaron las Tablas sultanianas de Ulugh Beg - entre otros astrónomos de Samarcanda (mediados del siglo XV).
El primer catálogo que se interesó por otros objetos no estelares del espacio profundo data la segunda mitad del siglo XVIII y por el buscador de cometas Charles Messier (con la ayuda de otros astrónomos como Pierre Méchain con el fin de identificar objetos difusos que pueden ser confundidos con un cometa que pase). Exceptuando algunos descuidos, las nebulosas de emisión, galaxias, cúmulos abiertos y cúmulos globulares más espectaculares accesibles desde Europa (es decir, los que la declinación no desciende de los 35º) figuran en el Catálogo Messier.

De ballenas, ballenatos, anzuelos y langostinos.
Desde que encontré la forma de alinear a la polar en la terraza pese a no verla, las cosas van mejorando de manera sustancial.
Primero, el seguimiento es impecable gracias a que el error de alineación suelo conseguirlo por debajo de los 40 segundos, por ello, al apilar muchas tomas, solo he de recortar una pequeña parte por causa del auto enfocado.
Tengo configurado el Asiair para que cada media hora haga un reseteo del foco para que corrija los posibles efectos de los cambios de temperatura ambiente, que suelen provocar contracciones en el tubo que afectan a la calidad del enfoque, lo que si se va acumulando, hará que perdamos la puntualidad de las estrellas y es en el tiempo en el que se realiza ese ajuste, que la montura se queda sin la ayuda del guiado y mantiene únicamente su propio desplazamiento que produce pequeños cambios en el encuadre, que son los que se aprecian al apilar.
Por otro lado, al tener el equipo montado permanentemente en la terraza- Solo lo desmonto si amenaza lluvia o si voy a salir al campo con el- Puedo hacer sesiones durante varios días al mismo objeto sin que varíe el encuadre ni se acumulen más errores de desplazamiento por ello.
Esta que ilustra la entrada, está formada por 90 tomas a 300” hechas en don noches consecutivas. 48 en la primera y 42 en la segunda.
Apiladas por separado cada sesión y apilados después ambos resultados, antes de editar.
Sobre el título de la entrada, me he permitido una pequeña digresión con algo de humor,
La grande es como digo, la Nebulosa de La Ballena 8NGC 4631), junto a ella, la pequeña NGC 4627 y es su cercanía aparente a la Ballena lo que me ha sugerido que bien pudiera llamarse galaxia El Ballenato, aunque yo, no le he encontrado otro nombre que la numeración que le aplica el nuevo catálogo general (NGC)
Abajo, ligeramente a la derecha, NGC 4656 o La Palanca y casi tocándose, en el extremo inferior, la que se conoce como NGC 4657 o Anzuelo, pero yo el conjunto de ambas lo veo como un langostino. Claro ejemplo de pareidolia.
Continuará


Repetir el método


Es lo que tiene acercarse a la ciencia, aunque sea con mucha prudencia y respeto, que no te basta con un solo resultado para darlo por bueno, y hay que repetir varias veces el procedimiento para asegurarse que los resultados son fiables, certificables.
Y en mi caso, y en referencia al telescopio montado en la terraza, se hace más que necesario, porque ya hubo un primer intento de alinear a la polar con el ASIAIR Plus, que resultó un fracaso.
Por ello, desmonté el equipo y lo volví a montar con una ligera variación en su localización, para volver a alinear el introscopio con la referencia que he podido colocar en la pared y ver si nuevamente podía alinearlo a la estrella polar con la aplicación y de momento, no puedo estar más satisfecho, porque volví a conseguirlo, incluso más rápido que el día anterior.
No obstante, tengo que hacer más pruebas, pues no tengo claro que ocurrirá cuando las estrellas en las que me enfoco y que han de estar a menos de treinta grados del norte estelar, se oculten tras el edificio. Alguna cosa se me ocurre y he de llevarla a cabo para mayor seguridad. Lo iremos viendo en sucesivas entradas.
Anoche, pese a que había nubes altas y bastante luna, no me resistí a hacerle una serie de setenta y dos fotos a M 51, de las que podido salvar sesenta y ocho, aunque en verdad, tendría que quitar alguna más, pues creo que estaban algo veladas.
De cualquier manera, algo puedo mostrar, con menos calidad que la nebulosa de la entrada anterior, que está hecha con mucho mejor cielo y menos luna, pero aceptable para estas condiciones.
Continuará
Un pequeño gran logro

Como ya he contado en otras ocasiones, el punto donde más a menudo sitúo el telescopio, es la terraza de casa, por comodidad y porque me permite aprovechar cualquier noche despejada, aun cuando el peaje a pagar por ello sea elevado, pues he de luchar con una alta contaminación lumínica y la imposibilidad (hasta ahora) de alinear a la estrella polar, por quedar oculta tras el propio edificio.

Esta circunstancia la había resuelto en parte con un programa de guiado que es el de referencia para casi todo aficionado y que se llama, por sus siglas, PHD 2 y que permite un alineado a la polar mediante el método de deriva.
Me costó bastante esfuerzo llegar a entender la metodología y el ponerlo en práctica en un tiempo razonable, pero una vez conseguido, pude tomar una referencia en la pared que me oculta el norte y cada vez que lo montaba, alineando el introscopio con aquel punto, obtenía un estacionamiento, si no bueno, si aceptable como para tener un seguimiento sin estrellas elongadas en fotos de exposiciones de hasta diez minutos.
Pero en mi afán de mejorar, decidí trasladar el equipo un poco más al este, en busca de menos obstáculos y mayor campo de cielo a la vista, con lo que aquella referencia ya no me servía.
Y para complicar las cosas, ya hace un tiempo que dejé de utilizar el portátil, pues con una tablet conectada por wifi al ASIAIR plus, puedo funcionar con mayor comodidad.
Había visto un video de Cielos Boreales, en el que Roberto Ferrero, hacía una demostración de como alinear a la polar con la aplicación que trae el ASIAIR, porque él suele montar el equipo en el interior de casa para sus vídeos en YouTube, y el alero no le deja ver la polar por poco, así que pensé que quizás yo también pudiera hacerlo en la terraza, aunque la distancia a la polar es bastante mayor que la que él tiene.
Así que después de intentarlo y no conseguir alinear a la polar con el ASIAIR, llegue a la conclusión de que tendría que desechar definitivamente esa idea y volver al portátil y al PHD2, pero tras una estancia en Gorafe, en la casa cueva El Torriblanco, donde hemos pasado tres días y medio, al instalarlo de nuevo en la terraza, manteniendo sin tocar el eje de ascensión recta y confiando que la alineación al norte con la brújula fuera suficiente, al empezar a guiar, vi que el eje de ascensión recta iba perfecto por el centro con correcciones más bien pequeñas, mientras que el de declinación iba entre cuatro y ocho segundos en la escala del guiado, además de que la calibración estaba bastante mal, con las líneas lejos de formar un ángulo recto y entones se me ocurrió, no sé si con buen criterio o no, que si movía ese eje con los tornillos de azimut, quizás pudiera acercarme a la posición de la polar. Pensado y hecho. En el primer intento lo que hizo fue empeorar, así que era evidente que tendría que ir hacia el lado contrario y a base de ir girando el eje, haciendo goto después y volviendo a calibrar, poco a poco iba consiguiendo que la línea de declinación se acercara al centro. El asunto resulta tedioso y lento, pero como lo que trataba era de tenerlo lo mejor posible, no me importaba dedicarle la noche si fuera necesario, si con ello conseguía un punto de referencia en la pared para futuros estacionamientos.
Pues bien, cuando ya creía que lo iba a conseguir, se me ocurrió volver a intentar el alineado a la polar con la aplicación del ASIAIR y... Bingo, en esta ocasión, funcionó y pude alinear, tras lo cual, ambas líneas iban perfectamente centradas y el calibrado perfectamente a 90 grados.
Llegado aquí, hice la prueba de mandarlo a la luna para ver si todo funcionaba de verdad y efectivamente, la luna apareció prácticamente en el centro de la imagen. Estuve enredando un poco con ella, ampliándola para ver como estaba de foco y luego, quise hacer otra prueba con un objeto menos visible, por lo que lo mandé a M 51 que, a esas horas, estaba en el cenit. Aparentemente, todo bien, resolvió la placa y lo dio por bueno, pero en la foto de dos segundos no aparecía nada, así que hice una a treinta segundo y tampoco.
Ya me empezaba a echar humo la cabeza, pues no entendía nada. Me fui a la estrella Arturo, donde antes todo estaba en su sitio y tampoco aparecía, hasta que me fijé que en el ángulo superior derecho, a punto casi de desaparecer, se veía la estrella. Vuelta a M51 y efectivamente, allí estaba, totalmente esquinada y sin saber por qué estaba ocurriendo semejante cosa.
Decidí aparcar la montura, y apagar todo el equipo, y recomenzar a ver si después de tanto movimiento, tanto goto, tanta calibración seguida, el ASIAIR se había des configurado. Era lo único que se me ocurría, pero al ir a cerrar el programa en la tableta deslizando el dedo para ello, de repente, veo con asombro primero y con cara de bobo después, que tenía la imagen ampliada desde que estuve revisando el foco de la luna y parece ser, bueno, es, y me ha costado un berrinche aprenderlo, que las imágenes que van saliendo, mantienen la ampliación que hayas hecho a una si luego no ajustas la imagen a la pantalla.
Vuelta a M51 y esta vez si, en el mismo centro, aunque eso si, velada por las nubes altas que cubrían buena parte del cielo.
Como veis, podría escribir un libro en clave de humor con todo lo que me pasa, pero me consuelo, porque aquello que cuesta y te hace sufrir, no se olvida como quiera y hoy por hoy, tengo el equipo enfocado a la polar sin verla y con un método rápido y sencillo y una referencia para no perder el norte nunca más.
Os dejo una foto de la Nebulosa Iris capturada en Gorafe en tres sesiones consecutivas, una por cada una de las que pasamos allí, son un total de 99 tomas a cinco minutos de exposición, apiladas con DSS y editada con PixIsight y Ps 6 y también un par de mi solución para no perder el norte en la terraza ;-)
Continuará

 Supernova


Pese a que las previsiones, anunciaban una noche nublada en Granada, al empezar a oscurecer estaba despejado y parecía que duraría hasta el día siguiente, así que monté el equipo rápidamente y tras realizar una calibración, con lo que esperaba solucionar los problemas que venía teniendo, busqué la galaxia M 60, porque muy cerca de ella, había aparecido un par de días atrás una supernova y tenía interés por captarla.

Los 55 millones de años luz a los que se encuentra dicha galaxia y su compañera NGC 4647 y mi equipo de corta focal no permiten una vista espectacular de este evento astronómico que, posiblemente, sea mucho más frecuente de lo que pueda parecer, pero en su mayor parte pasan desapercibidos.

Aun así, comparando con fotos de la misma región del cielo, se puede ver perfectamente, que hay una estrella nueva donde antes no la había o no era tan brillante.

Un poco de información de la wikipedia:

Una supernova (del latín nova, «nueva») es una explosión estelar que puede manifestarse de forma muy notable en el espacio, incluso a simple vista, en lugares de la esfera celeste donde antes no se había detectado nada en particular. Por esta razón, a eventos de esta naturaleza se los llamó inicialmente stellae novae («estrellas nuevas») o simplemente novae. Con el tiempo se hizo la distinción entre fenómenos aparentemente similares, pero de luminosidad intrínseca muy diferente; los menos luminosos continuaron llamándose novae (novas), en tanto que el término supernova fue acuñado por Walter Baade y Fritz Zwicky en 1931 para denominar a los más luminosos agregándoles el prefijo «super-».


Este evento astronómico ocurre durante las últimas etapas evolutivas de una estrella masiva o cuando una enana blanca se desencadena en una fusión nuclear descontrolada. El objeto original, llamado progenitor, se colapsa en una estrella de neutrones o un agujero negro, o se destruye por completo.


El término más arcaico fue utilizado desde la antigüedad para indicar la explosión de una estrella supergigante roja en sus capas externas, las cuales producen una luminosidad que puede aumentar 100 000 veces su brillo original. Esta luminosidad dura unos pocos días y, en ocasiones, puede ser observada a simple vista desde la Tierra. Al ver un nuevo resplandor en el cielo, los seres humanos creían que había aparecido una nueva estrella. Al año siguiente de la muerte de Fritz Zwicky, en agosto de 1975, apareció una nova que pudo ser observada a simple vista desde la Tierra, durante algunos días. Esta nova surgió de la explosión de una gigante roja.1​


Las supernovas producen destellos de luz intensísimos que pueden durar desde varias semanas a varios meses. Se caracterizan por un rápido aumento de la intensidad luminosa hasta alcanzar una magnitud absoluta mayor que el resto de la galaxia. Posteriormente, su brillo decrece de forma más o menos suave hasta desaparecer completamente.


Se han propuesto varios escenarios para su origen. Pueden ser estrellas masivas que ya no pueden desarrollar reacciones termonucleares en su núcleo, y que son incapaces de sostenerse por la presión de degeneración de los electrones, lo que las lleva a contraerse repentinamente (colapsar) y generar, en el proceso, una fuerte emisión de energía. Otro proceso más violento aún, capaz de generar destellos incluso mucho más intensos, puede suceder cuando una enana blanca, miembro de un sistema binario cerrado, recibe suficiente masa de su compañera como para superar el límite de Chandrasekhar y proceder a la fusión instantánea de todo su núcleo: esto dispara una explosión termonuclear que expulsa casi todo, si no todo, el material que la formaba.


La explosión de supernova provoca la expulsión de las capas externas de la estrella por medio de poderosas ondas de choque, enriqueciendo el espacio que la rodea con elementos pesados. Los restos eventualmente componen nubes de polvo y gas. Cuando el frente de onda de la explosión alcanza otras nubes de gas y polvo cercanas, las comprime y puede desencadenar la formación de nuevas nebulosas solares que originan, después de cierto tiempo, nuevos sistemas estelares (quizá con planetas, al estar las nebulosas enriquecidas con los elementos procedentes de la explosión).


Estos residuos estelares en expansión se denominan remanentes y pueden tener o no un objeto compacto en su interior. Dicho remanente terminará por diluirse en el medio interestelar al cabo de millones de años. Un ejemplo es RCW 86.


Las supernovas pueden liberar varias veces, 1044 J de energía. Esto ha resultado en la adopción del foe (1044 J) como unidad estándar de energía en el estudio de supernovas.


El 20 de septiembre de 2016, un astrónomo aficionado llamado Víctor Buso, se convirtió en la primera persona en la historia en fotografiar el nacimiento de una supernova a 86 millones de años luz, en la galaxia espiral NGC 613, al explotar la estrella bautizada SN 2016gkg. 2

De bricolaje




Parece ser, a tenor de los muchos tutoriales que uno encuentra en la red, que todo aficionado a la astronomía en sus varias modalidades, ha de ser un manitas para implementar pequeños o grandes artilugios a su equipo.
Yo no pretendo ser menos, aunque mis conocimientos en algunos campos (electrónica y similares) es más que nulo.
Dada la localización en la que más veces y por más tiempo monto el equipo es en la terraza de casa, sufro sin solución de una gran contaminación lumínica en general- índice 7 en la escala Bortle- además de muchas farolas que si coinciden con la boca del tubo, es mejor abandonar.
Por ello, es conveniente colocarle otro prolongador al parasol original del telescopio,
además, estará más protegido de la humedad en la lente.
Hasta ahora, me venía apañando con una especie de mantelillo de goma eva comprado en el chino y una banda elástica con velcro para asegurarlo, pero resultaba muy endeble y engorroso, pues perdía la circularidad con mucha frecuencia.
Así que hoy me he puesto manos a la obra y me he fabricado uno con lo que tenía a mano, que puedo mejorar si encuentro algo lo suficientemente flexible y rígido a la vez para sustituir las dos láminas de cartón negro de esas que se emplean en las encuadernaciones caseras con muelle tipo cuaderno.
Primero un aro con diámetro interior suficiente para que pase por la boca del parasol original, yo lo he hecho con un trozo de contrachapado de 18 mm hidrófugo que tenía por el trastero.
Por el interior le he acoplado unas tuercas después de hacerles el alojamiento correspondiente y que he pegado con un adhesivo de dos componentes.
A los tornillos, les he pegado en el extremo un poco de fieltro para que no marquen el tubo, aunque creo que eso tendré que mejorarlo de alguna manera que de más garantía de durabilidad




Luego de pintar el interior con pintura negra mate en spray para evitar que las grapas produzcan algún brillo, he grapado el tubo de cartón al aro de contrachapado y listo


Continuará

Cuando parece que todo va bien


Recientemente, aprovechando que tenía que pasar una ITV a hora temprana en Alcalá la Real y que la noche anterior prometía estar despejado y que Puerto Lope queda cerca y de paso, me anime a irme hacia allí y montar el equipo para otra noche de fotografía en un cielo mucho más apropiado que la terraza de casa.
Pensado y hecho. La noche fue productiva, con muy poca luna y ya muy adelantada al oscurecer me permitió tres series a diferentes objetos, uno de ellos esta NGC 4631 que encabeza esta entrada.
De vuelta a casa y mientras la luna no subiera mucho, volví a montar el equipo en la terraza, pero...
Aparentemente, lo monté como siempre, en su lugar habitual, etc. pero esa noche no conseguí hacer nada, porque todas las fotos salían movidas, como si el programa de guiado no pudiera cumplir con su cometido.
El caso es que después de varios intentos y como el tiempo estaba empezando a empeorar y a nublarse, lo tuve que dejar.
La noche siguiente, prometía una ventana de cielo despejado por unas horas, pero ni fueron tantas ni pude solucionar el problema, entre otras cosas porque no comprendía que estaba pasando. Luego varios días de lluvia que me obligaron a recoger el equipo y, finalmente, ayer, pude montarlo otra vez, aunque a sabiendas de que solo tendría un rato antes de que se volviera a nublar, afortunadamente sin amenaza de lluvia.
Así que en esta ocasión, me esmeré mucho en el estacionamiento, porque se me ocurrió que, quizás, no había estado fino en ello los días atrás y el exceso de error de alineación estaba forzando demasiado la capacidad de corrección del sistema de control.
Fue solo una serie corta, de diez fotos a trescientos segundos por cada una antes de que se nublara, pero fueron suficientes para ver que se había solucionado el problema.
Esta del cúmulo globular M 3 es la prueba de ello.


Suspiro de alivio y a esperar mejores cielos y menos o ninguna luna.



Continuará.

La maldición de Orión


Y no, no es que yo conozca algo al respecto de una maldición referente a esta espectacular nebulosa.

Pero, para quien está comenzando, resulta tan grande, brillante y colorida que es muy difícil sustraerse a su influjo y casi sin darnos cuenta, se nos van yendo una noche tras otra intentando conseguir la foto perfecta, porque al irte en busca de casi cualquier otro objeto, todo se ve pequeño y apagado, excepto algunas nebulosas brillantes y también grandes.
Algunas, incluso demasiado grandes para meterlas enteras en el sensor de la cámara, lo que obliga a realizar mosaicos, que, a su vez, multiplican los tiempos que hay que dedicarles para capturarlas en todo su esplendor.
Orión nunca defrauda, aunque he de confesar, que nunca he conseguido replicar los colores de una vez a otra en los muchos intentos hechos sobre ella.
Este que os muestro, es el último de ellos, el ocho de enero de este año 2022.
Son ciento veinte fotos a treinta segundos de exposición, a los que hay que añadir las muchas tomas de calibración.
Para quienes se asomen por aquí sin conocer nada del cielo, una pequeña explicación sobre lo que ve:
A la izquierda, sobre esa estrella con espicas, un grupo de estrellas forman lo que se conoce como cúmulo abierto El Carro del Carbón.
A continuación, vemos una figura con aspecto algo antropomórfico, se trata de la nebulosa Hombre corriendo y a la izquierda de lo que podríamos considerar su cabeza cubierta con capirote, una brillante nebulosa en azul, la nebulosa Monedero de Sirena.
Tras rebasar una zona oscura, vemos una nebulosa con aspecto de cabeza de pájaro algo deforme, la Nebulosa de Mairans y pegada a ella, la Gran nebulosa de Orión.
Finalizando ya por el lado derecho, vemos emitiendo en azul, La Joya Perdida de Orión.
Continuará

 

Normalizando el proceso

Dicen mis amigos de Espacio Celeste que he superado las expectativas de aprendizaje, que lo he hecho con mucha rapidez, que conocen a gente que, con mucho más tiempo, siguen torpeando más que yo.

Y me dice mi Luisa, astrofísica ella, que no me agobie tanto, que el universo lleva ahí muchos miles de millones de años y que continuará estando por muchos más.

Pero el caso es que comparativamente, y teniendo en cuenta lo tarde que he llegado a esto, a un servidor apenas le queda una milmillonésima fracción de segundo para hacerme con la técnica y obtener resultados decentes.

De ahí mi empeño, casi obsesión por aprender y normalizar dicho proceso, para que las cosas rueden como tienen que rodar.

Y lo voy consiguiendo si, pero no solo gracias a dicho empeño. La tecnología ayuda mucho, si no hubiera contado con los adelantos puestos al alcance (con matices, esto último, que es todo muy caro) de los aficionados, tendría que seguir el proceso tradicional, buscar objetos a mano, para lo que mi conocimiento del cielo apenas me permitiría localizar unos pocos.

Y no hablemos del seguimiento y la fotografía hecha a la antigua usanza. Aquellos sí que eran auténticos genios.

Hoy podemos automatizarlo todo, como ya comente en alguna entrada anterior, desde buscar los objetos de interés de modo automático gracias a los ordenadores y programas a ello dedicados, hasta enfocar, guiar, etc.

No creo que lo hubiera conseguido, no en tan poco tiempo.

Así que si, que en ese sentido, he conseguido cierto grado de normalidad, que me permite estacionar el equipo con rapidez y garantía, pero por contra, mi pelea con la edición de las fotos sigue un proceso mucho más lento y laborioso. La curva de aprendizaje es mucho más lenta y compleja.

Así, no os dejéis engañar por las fotos, porque, aun estando satisfecho de lo que voy logrando, aún estoy lejos de los resultados de los buenos aficionados con más conocimientos que yo.

Para hoy, os dejo esta nebulosa Cabeza de Bruja. Podéis decirme si la veis o no.


IC 2118, también conocida como nebulosa Cabeza de Bruja o NGC 1909, es una muy tenue nebulosa de reflexión. Se cree que es un antiguo remanente de supernova o una nube de gas iluminado por la cercana supergigante azul Rigel. Wikipedia

Distancia a la Tierra: 1.000 años luz

Magnitud: 13

Coordenadas: Ascensión recta 5h 2m 0s | Declinación -7° 54′ 0″

Magnitud Aparente (V): 13

Constelación: Eridanus

Distancia: 1000 al

Tamaño aparente (V): 3×1 grados


 

Escapando de mi zona de confort

Pues no es que me sintiera preparado para ello, pero en algún momento había que dar el paso.

Decidimos pasar un fin de semana en el altiplano granadino, en Gorafe, donde la oscuridad del cielo, está en tres, dentro de la escala Bortle, lo que comparado con el cielo de Granada desde la terraza que está en siete, me hacía pensar que finalmente, además de tener la estrella polar a la vista, para poder alinear el telescopio con precisión, iba a obtener mejores resultados.

El viernes, según llegamos y nos instalamos en las cuevas El Torriblanco (Un sitio muy recomendable por cierto) instalé rápidamente el equipo, en el altiplano y sobre la casa cueva en la que nos alojábamos.

El proceso fue el siguiente: Montar trípode, bien nivelado y orientado hacia el norte con la mayor precisión de que fui capaz con mi brújula y sobre él la montura. Luego el tubo, el buscador y el tubo guía.

Ya todo montado, incluidas las pesas que equilibrarán todo el conjunto para que los motores de la montura trabajen de forma holgada, empecé el proceso de alineación de los tres tubos, para lo que tome como referencia el extremo superior de un poste de tendido eléctrico al otro lado del valle del río Gor.

Una vez conseguido que los tres tubos estuvieran apuntando al extremo de la antena, solo me quedaba esperar que anocheciera.

Y lo hizo, y ahí empezaron mis problemas y sufrimientos.

Acostumbrado al cielo de granada capital, con su abundante contaminación lumínica, donde únicamente las estrellas más brillantes destacan lo suficiente como para verlas, allí el cielo era abrumador, tanto que me sentía incapaz de diferenciar las estrellas. Y lo mismo me ocurrió con la polar, al mirar por el introscopio, no era capaz de reconocerla entre las que aparecían en el campo del introscopio.

Me decidí por la que supuse que podía ser, pero fue evidente que fallé, pues nada de lo que buscaba quedaba dentro del campo del ocular y ni siquiera cerca.

Así que vuelta a recomenzar el proceso, algo que tuve que repetir varias veces, hasta que finalmente logro colocarla en su posición en el introscopio y a partir de ahí comenzar el proceso de fotografiar la galaxia Bode. Hasta que la luna estuvo muy alta en el cielo (y muy grade en aquellas noches)haciendo que pareciera casi de día, lo que haría disminuir la calidad del resultado.

Hubiera sido mejor ir en fechas de luna nueva, pero... no siempre es posible hacer las cosas cuando uno quiere y hay que conformarse con hacerlas cuando se puede.

La noche siguiente, anduve más avispado y comencé a buscar la polar cuando aún no había anochecido, pero ya se empezaban a ver algunas de las estrellas más brillantes. Fue un acierto hacerlo así, porque pude encontrarla con rapidez y aprovechar mucho mejor la noche.

Para esta ocasión, NGC 2174, también conocida como Nebulosa Cabeza de Mono, es una nebulosa de región H II​ situada en la constelación de Orión. Siendo próxima a él, se asocia con el cúmulo abierto Cr 84. La distancia a la Tierra se ha estimado en el equivalente aproximado a 6.400 años luz.
Otras designaciones: NGC 2174, Sh2-252/NGC ...
Distancia: 6 400 al
Ascensión recta: 06 h 09.7 m​    

Percances de todo tipo

 

Ya he contado de mis apuros con alguna de las técnicas a emplear para obtener buenos resultados con un telescopio, pero la lista de problemas que yo he sufrido no ha sido pequeña.

Y no solo se trataba del alineado a la polar, o que de repente la montura decidiera como si tuviera vida propia, que dejaba de funcionar repentinamente y sin un motivo que yo pudiera llegar a comprender.

Así que os podéis suponer cuál fue el siguiente paso, meterla en el coche y a Loja, para que mis amigos Muñoz le echaran un vistazo y trataran de llegar a una solución.

Más de una y más de dos veces tuve que solicitar su ayuda y una vez fue que necesitaba actualización, y con ello se solucionó, otra que los cables no eran los adecuados y tuve que hacerme con otros de más calidad y garantía para que todo volviera a funcionar con normalidad.

En un momento dado, antes de vacaciones, decidí dejarles la montura para que la revisaran en profundidad y le hicieran un mantenimiento apropiado, entre otras cosas, engrasarla y ajustar las holguras a su mínima expresión para corregir en la medida posible el backlash para un guiado más fino.

Al volver de vacaciones, me pasé por ella y en cuanto el cielo lo permitió, volví a montar el equipo en la terraza.

Y volvieron los problemas.

Nada parecía ir bien, el tubo no respondía como se esperaba, no consiguiendo una buena localización de los objetos elegidos, parándose a medio recorrido y luego volviendo a marchar, pero quedándose luego lejos del objeto … Una tremenda frustración.

Nuevas llamadas y vuelta con la montura a Loja.

La cara de bobo que se me quedó todavía me pesa, porque incluso algún video les había mandado para que vieran las cosas raras que hacía al funcionar, pero fue montarla allí y conectarla a su ordenador para probar
insitu lo que estaba pasando y ¡¡¡horror!!!, iba perfecta.

Vuelta a casa con ella, con la recomendación de que comprobara nuevamente los cables, que mirara de volverla a actualizar, etc.

Nada, seguía igual, ya nos estábamos planteando enviarla al servicio técnico de la marca, cuando sin saber muy bien por qué, me acordé de que esta montura lleva unos encoder que en un momento dado, te permiten soltar los ejes y mover la montura a mano sin que esta pierda la alineación. Pero también había leído tiempo atrás, que era recomendable no tenerlos activados, porque daban problemas, aunque yo no sabía que tipo de problemas.

En algún momento, sin que me percatara de ello, los activé y efectivamente, daban problemas, y muchos. La solución, como seguro habéis adivinado, fue desactivarlos y el problema quedó resuelto.

Nueva llamada para entre avergonzado y eufórico, contarles la buena noticia y disculparme por las molestias y a funcionar de nuevo.

Continuará.

De la Wikipedia:


Características[editar]

El cúmulo y la nebulosa se encuentran a una distancia de unos 5200 años luz de la Tierra (aunque los cálculos de la distancia varían considerablemente, hasta llegar a 4900 años luz)1​ y medir unos 130 años luz de diámetro. La radiación de las estrellas jóvenes excitan los átomos de la nebulosa, haciendo que emitan radiación que hace brillar a la nebulosa. La masa de la nebulosa se estima en unas 10 000 masas solares.

Se cree que el viento estelar de un grupo de estrellas O y B está ejerciendo presión sobre la nube, causando su compresión, y generando la formación de estrellas en la nebulosa. Esta formación estelar está aún en curso.

Una imagen de la nebulosa tomada por el Observatorio de rayos X Chandra en 2001, ha permitido observar la zona de las estrellas jóvenes y calientes que están en el centro de la nebulosa Roseta. Las estrellas han calentado el gas que las rodea a una temperatura del orden de 6 millones de kelvin, haciendo que emitan grandes cantidades de rayos-X.
Observando la nebulosa Roseta[editar]



El cúmulo de estrellas es visible con binoculares y puede apreciarse muy bien con un telescopio pequeño. La nebulosa en cambio es más difícil de detectar visualmente, y requiere de un telescopio con un bajo aumento. Es necesario un cielo oscuro, sin polución luminosa, para la observación. El color rojo no se detecta visualmente, aunque sí en las imágenes fotográficas. Este típico color rojo de las nebulosas es producido por la emisión de los átomos de hidrógeno a través del fenómeno conocido como fluorescencia.

La Polar


¡Ay la polar!

Cuantos quebraderos de cabeza, cuantos sufrimientos noche tras noche, porque al no verla desde la terraza, estaba convencido de que en ella, nunca podría hacer fotos de cielo profundo.
Afortunadamente y como tengo dicho, mis proveedores me sacaron de mi error y me pusieron en el camino de resolver el problema cuando me hablaron del alineamiento a la deriva.
Para un servidor, aquello sonaba a chino y aun hoy día, no termino de entender muy bien el proceso, lo que no me impidió insistir e insistir hasta interiorizarlo más o menos y gracias a ello, poder hacer un alineamiento más o menos preciso. Suficiente en cualquier caso para poder comenzar con la fotografía.
Un proceso que, a su decir, a ellos les venía a costar unos diez minutos.
Yo, hubo noches que me tiré más de dos horas en un proceso de aproximación a los parámetros de referencia que nunca terminaban de estabilizarse.
Comenzar y recomenzar varias veces hasta que decidía que ya valía, no porque lo hubiera logrado a la perfección. Por cansancio más bien y por no perder toda la noche en ello.
En cualquier caso, la perseverancia, la pasión que le estoy poniendo a esto, mi incapacidad patológica para rendirme sean cuales sean las dificultades, mi inmoderada desvergüenza para abusar de la más que buena disposición de mis ya amigos además de proveedores, pidiendo consejo a cada momento y mis propias búsquedas en la red, hicieron que fuera perfeccionando el proceso; Lo fuera, sino entendiendo en toda su esencia, si lo suficiente para que corregir algunas cosas que no hacía bien del todo y ya me bastaba con entre quince minutos y media hora. ¡¡¡Todo un logro!!!
Y ya, para rematar la jugada,
El amigo Manuel me preguntó si no tenía posibilidad de hacerme una señal en la pared que me oculta la polar, después de una noche en la que hubiera conseguido un buen alineamiento, mirando a través del introscopio, contando claro está, que el trípode con el resto del equipo, lo colocara siempre en el mismo punto de la terraza, como así es.
Mano de santo oiga, a partir de ese momento, un alineado a unas cuantas estrellas y a funcionar.
Fue a partir de este punto cuando empecé a disfrutar de verdad. Y no porque todo rodara sin pegas, que las seguiría teniendo, algunas de ellas desconcertantes, como que, de repente y sin razón aparente, la montura dejara de responder en los dos ejes.
En fin, historias para no dormir.
Literal je.
Continuara.
Para esta entrada os dejo el resultado de una serie hecha la noche del 30 al 31 de diciembre de 2021 a las galaxias M 81 y M 82, Bode y el Cigarro, como también se las conoce.
 Desde un punto cerca de casa y con básicamente las mismas condiciones de contaminación, pero con la ventaja de que veía el norte y pude alinear a la polar.
De la Wikipedia:
La galaxia de Bode (también conocida como Galaxia Espiral M81, Messier 81, M81 o NGC 3031) es una galaxia espiral ubicada a 12 millones de años luz en la constelación de la Osa Mayor. Fue nombrada en honor a Johann Elert Bode, quien la descubrió en 1774. En 1993, una supernova (SN 1993J) fue observada en esta galaxia.

Se presume que la galaxia de Bode contiene aproximadamente 250 000 millones de estrellas, siendo ligeramente más pequeña que la Vía Láctea. La galaxia es uno de los mejores ejemplos del diseño espiral en una galaxia, con brazos casi perfectos dispuestos en espiral hacia su centro. La galaxia de Bode y su satélite (o galaxia binaria), la galaxia del Cigarro, o M82, son de los miembros más prominentes del Grupo M81. Ambas son visibles en el mismo campo de visión para la mayoría de los telescopios.







09h 55,6m 32,9s
+69° 4' 55"
12 millones de al
+6,93
Tamaño aparente (V)
26' × 14'



Proyecto Observatorio 


                          
Confío en ser capaz de sacarlo adelante.

En lo alto de una de las fincas de olivos, sobre los 900 msnm.
No es el mejor de los sitios donde montar un observatorio, pero tiene la ventaja de estar relativamente cerca de casa, un cielo con índice 4 en la escala Bortle que es con el que se mide la contaminación lumínica y que siendo accesible para un todoterreno o una furgoneta como nuestra Kangoo, estará instalada en nuestro propio terreno, como a kilómetro y medio o dos del pueblo y suficientemente alejado de cualquier vía por la que hayan de circular vehículos que me deslumbren y que trasmitan vibraciones al terreno.
Aun así, quisiera hacer bien las cosas, primero, definir donde irá, algo que podéis ver en una de las fotos.
Ahí ira la solera sobre la que descansará la caseta metálica que se ve en la otra.
Pero antes de hacer dicha solera, allí donde tengo pensado instalar el telescopio, quiero hacer una buena base, un cubo de hormigón de 60X60X60 cm., desde cuyo centro, saldrá una columna posiblemente también de hormigón en cuyo extremo superior anclaré el telescopio.
Como para ello no voy a necesitar los casi once metros cuadrados del refugio, seguramente, lo dividiré para hacer una pequeña habitación donde estar al abrigo mientras el equipo trabaja.
Según vaya la cosa progresando, iré actualizando con nuevas entradas.
Una foto más como ejemplo de lo que este cielo permite incluso sin el filtro de contaminación lumínica que estoy obligado a utilizar en la terraza de casa.
Se trata del triplete de Leo.
De la Wikipedia
El Triplete de Leo, también llamado Grupo de M66, es un pequeño grupo de galaxias en la constelación de Leo. Está formado por las galaxias espirales M65, M66 y NGC 3628. Wikipedia
Distancia a la Tierra: 35 millones años luz

Tras el parón vacacional

Retomo el blog de mi astronomía, porque llamarlo blog de astronomía a secas, me parece bastante pedante por mi parte-no dejo de ser un recién llegado- para actualizar la entrada sobre el observatorio que trato de llevar adelante en lo alto de una de las fincas familiares.
Añado, pues unas cuantas fotos del proceso, donde se aprecian los avances, no así mi cansancio acumulado, aunque es sabido aquello de “sarna con gusto, no pica”, puedo dar fe de lo mucho que mortifica :-) :-) ;-)




Parte del proceso de preparación de la columna que soportara el telescopio. Los materiales, tubo y chapas de acero las compré en una chatarrería por 100 euros




Taladros y soldaduras, en el taller de maquinaria agrícola del pueblo, me costó otros 50 euros











La columna, ha sido anclada a una enorme roca de al menos tres metros cuadrados de superficie aproximada y con un grosor desconocido. En cualquier caso, mas de 15 cm, dado que con una broca de esa longitud, no conseguí traspasarla.
Cuatro buenos tornillos de expansión la anclaron firmemente a dicha roca.


Tras haber rebajado el terreno en pendiente con la pala del tractor, preparé un encofrado de cuatro por cuatro metros y diez cm de altura que nivelé apoyándolo en unas cuantas rocas. (El tractor y su pala no permiten un trabajo que corresponde a una retro excavadora, pero hizo el servicio), tras lo cual, rellenamos el exceso de profundidad con una buena cantidad de rocas y se colocó el mallazo. Todo ello, dará gran consistencia a la solera. 







Todo este trabajo en la finca, no hubiera sido posible o lo hubiera sido con un incremento sustancial en tiempo y esfuerzo por mi parte, sin la colaboración de nuestro tractorista y buen amigo Juan, que se ha implicado en mi ayuda casi como si a el, hombre de campo y de cortijo, estas cosas del cielo le importaran 




Una vez anclada la columna, que está separada de la solera y abrazada por una zapata de cincuenta cm en cuadro y treinta y cinco de altura, para evitar que cualquier vibración de la caseta refugio o del propio suelo al caminar por el, se trasmita a al telescopio, busqué el norte con mi brújula, alejándome lo suficiente, para que esta no se viera afectada por el hierro y realicé, una vez definido el punto, una marca con la radial, para referencia durante el estacionamiento




En esta dos tomas, se puede ver como he solucionado el anclaje del telescopio a la propia columna.
En la de arriba vemos como con un pedazo de diez cm, al que corté tras un sencillo cálculo, los cuatro cm que le sobraban al perímetro para, una vez cerrado y soldado, pudiera encajar en el interior del tubo y que pueda girar para su orientación. Tengo la idea de mecanizar el sistema mediante un engranaje y una maneta, que permita girar el conjunto de la instalación (telescopio etc) y así, no tener que utilizar los incómodos tornillos de azimut de mi montura cuando vaya a alinear a la estrella polar.
Con objeto de darle mayor estabilidad a la columna, la he llenado con arena hasta veinte cm antes del borde del tubo, con lo que no interferirá con el mecanismo que quiero implementar y que me obligará a realizar un mecanizado en forma de dientes a por lo menos una cuarta parte del perímetro del casquillo que entra en el tubo, pero eso será lo último que haga, quedan cosas mas urgentes por realizar, como por ejemplo, montar el refugio.



En esta vemos, como tras haber ejecutado las tareas de solera y columna, ya empiezo a plantear la posición de la caseta, que colocaré sobre una línea de bloques que la aislarán del suelo, evitando que el agua de hipotéticas lluvias, puedan colarse por debajo.



Para este último trabajo, no he podido contar con mi amigo Juan, que anda atareado con las faenas que tocan en el olivar en estos momentos y eso es mas importante que esto.
Una buena parte de los bloques, los macizamos con hormigón para poder colocarlos en la posición adecuada para que los tornillos de anclaje queden lo mas firme posible y ello incrementó por tres su peso, así que como se suele decir, tras el trabajo de colocarlos en solitario, he terminado "muerto matao" pero muy contento, porque esto va tomado forma y voy convenciéndome que si, que seré capaz de sacarlo adelante.
Ahora un par de días o tres de descanso y luego a montar el mecano que es el refugio/observatorio.
En la medida en que avance, seguiré actualizando esta entrada y como despedida, una foto de la nebulosa Dumbbell desde la terraza de casa




                  Prueba de funcionamiento


Los años y la vida, la experiencia en definitiva, le van enseñando a uno a no confiar en que todo salga bien, según lo previsto.
En demasiadas ocasiones, las cosas se tuercen, pese a que sobre el papel, nada indique que algo vaya a ir mal.
Por ello, decidí preparar todos los implementos de la columna, incluido el mecanismo de giro que se me ocurrió sobre la marcha, y me fui con el equipo para una noche de fotografía de cielo profundo.
El mecanismo diseñado, era efectivo solo a medias, pues, aunque conseguía que la montura girara, lo hacía con dificultad, a saltos, dado que la mecanización del engranaje en el casquillo, tuve que hacerlo dando pequeños cortes con la radial, y me fue imposible conseguir un trabajo fino.


La cosa hubiera sido diferente si lo hubiera pensado antes de tener la columna anclada y la placa soldada al casquillo. Por ello, no he tenido otra opción que recurrir al propio sistema de la montura y colocar una pieza metálica sobre la que presionan los tornillos de azimut.


Por otra parte, al poder alinear perfectamente al norte con la estrella polar a la vista, el ajuste fino resulta sencillo y apenas requiere esfuerzo, pues es muy poco lo que se necesita mover los ajustes para colocar en su sitio la polar en el octans del introscopio.
En una pequeña lata, deshice una cantidad de plástico duro y una vez licuado, introduje la cabeza de un tornillo de métrica doce y una vez solidificado, me permite anclar la montura a la segunda placa de la columna con total garantía, además, le puse una contratuerca para, una vez llegado al tope, darle un apriete con la llave apropiada, con lo que la garantía es aún mayor.


Tras nivelar perfectamente la placa con el anclaje, solo me quedó montar el equipo y esperar a que se hiciera la noche, para ver si todo funcionaba como se esperaba.
El éxito me llena de satisfacción. 90 fotos a 300” sin más deriva que la que se produce durante el tiempo en que el guiado está detenido mientras el enfocador automático hace su función cada 60´


Para la prueba, me enfoqué en la nebulosa brillante IC 1795, que es parte de la nebulosa Corazón




Poco a poco.
Hace ya tiempo que no actualizo el blog de astronomía, pero ello no significa que haya estado parado.
Lo contrario mas bien.
Pero ocurre que el trabajo es mucho y las cosas no están funcionando como esperaba. El refugio es demasiado grande para que el techo se deslice con facilidad, porque, pese a ser ligero, 11 metros cuadrados de cubierta terminan pesando mucho.
Ello me ha obligado a ir modificando la idea, hasta dar con algo que medio funciona, si bien, con bastante esfuerzo.
Os dejo algunas fotos del proceso.



La estructura perimetral del refugio



Colocando el techo




Ya terminado (Optimista yo)


Lo que pretendió ser el sistema original.
Además de demasiado pesado, al llevarlo hasta la mitad, para que siguiera cubriendo la parte dedicada a refugio donde estar al abrigo, el frontispicio triangular del tejado, quedaba demasiado cerca del telescopio, con lo cual, todo el oeste quedaba inutilizado para la observación y fotografía


En próximas actualizaciones, os iré mostrando como intento solucionar los problemas que han llegado a desmoralizarme, siquiera por un par de días. Nada que no pueda superar je.
Para esta ocasión, un par de fotos astronómicas 


La nebulosa Corazón

La nebulosa de La Burbuja y el cúmulo abierto Sal y Pimienta


 Nueva actualización :

Como quiera que el observatorio es lo que me tiene, mas que ocupado, absorbido, todos mis esfuerzos van dedicados a su consecución y afortunadamente, tras valorar incluso la posibilidad de abandonar el proyecto por las serias dificultades que me iba encontrando, he conseguido no obstante, reconducir el proyecto mediante soluciones que se me iban ocurriendo tras dejar el asunto en suspenso durante unos días. 




Algunas de estas soluciones han sido bien efectivas, como el bajar el techo, para que solo levante unos siete centímetros en el vértice. Dividirlo por la mitad para que la zona del refugio este siempre cubierta y sin necesidad de desplazarlo, también ha resultado una buena idea, que me ha permitido aislarlo interiormente en su totalidad, incluido el techo, mediante placas de poliestireno extruido de alta densidad y cuatro cm de grueso, que luego he cubierto con un friso en madera de abeto, lo que lo hace mas acogedor.




Me regalaron una puerta, que tuve que cortar por abajo, porque solo tengo ahí 190 cm y por ello, la manilla se ve bastante baja, pero a caballo regalado, no se le mira el diente, además, a la altura normal, he puesto una cerradura con un bombillo de seguridad, mas por efecto psicológico que como seguridad propiamente dicha
La parte del techo del observatorio, decidí hacerlo correr sobre la otra mitad, con lo que evito tener un armazón voladizo, como se ve en una de las fotos mas arriba y que siempre puede ser una fuente de problemas, para ello lo hago correr unos cuatro o cinco cm por encima del fijo mediante unas ruedas de monopatín que circulan por los perfiles sujetos por el exterior, en el borde superior de los laterales del refugio.



Pese a tener que desplazar solo la mitad del techo, la gran envergadura del mismo, con sus tres veinte por uno cincuenta no resulta sencillo, porque a la mínima, si no se empuja de manera muy uniforme, el techo tiende a cruzarse y se bloquea, haciendo muy complicado llevarlo hacia su posición, bien sobre el techo fijo para liberar el espacio de observación, bien sobre la zona de observatorio una vez llega el momento de recoger. Un problema este del desplazamiento de techo que no tenía claro como solucionar, hasta que se me ocurrió utilizar una larga cuerda en cuyos extremos coloqué unos mosquetones con los que, una vez enganchados a la estructura de las ruedas, me permite tirar desde una cierta distancia he ir corrigiendo la fuerza con que tiro en uno u otro lado para evitar que se cruce y se bloquee. Un poco cutre, pero efectivo.



Se ha venido el mal tiempo (por fin y bendito sea), así que he tenido que parar y me va quedando poco trabajo “grande” que hacer, aunque si ir retocando y mejorando algunas cosas. Por ejemplo, terminar de aplicar pintura de diferentes tonos para camuflarlo en el entorno, pues el verde intenso destacaba bastante entre los olivos y aunque está en un punto muy discreto, desde una zona de la carretera se veía mucho y pese a estar en una finca privada, ya sabemos que algo que llama la atención, despierta la curiosidad y no todos los curiosos son por definición respetuosos.


Seguiré informando  

Nebulosa Dumbbel  Otro de los objetivos de la noche fué la nebulosa Planetaria Dumbbel, que en el TS 250/1000 luce con tamaño aceptable y ne...