La maldición de Orión
Y no, no es que yo conozca algo al respecto de una maldición referente a esta espectacular nebulosa.
Pero, para quien está comenzando, resulta tan grande, brillante y colorida que es muy difícil sustraerse a su influjo y casi sin darnos cuenta, se nos van yendo una noche tras otra intentando conseguir la foto perfecta, porque al irte en busca de casi cualquier otro objeto, todo se ve pequeño y apagado, excepto algunas nebulosas brillantes y también grandes.
Algunas, incluso demasiado grandes para meterlas enteras en el sensor de la cámara, lo que obliga a realizar mosaicos, que, a su vez, multiplican los tiempos que hay que dedicarles para capturarlas en todo su esplendor.
Orión nunca defrauda, aunque he de confesar, que nunca he conseguido replicar los colores de una vez a otra en los muchos intentos hechos sobre ella.
Este que os muestro, es el último de ellos, el ocho de enero de este año 2022.
Son ciento veinte fotos a treinta segundos de exposición, a los que hay que añadir las muchas tomas de calibración.
Para quienes se asomen por aquí sin conocer nada del cielo, una pequeña explicación sobre lo que ve:
A la izquierda, sobre esa estrella con espicas, un grupo de estrellas forman lo que se conoce como cúmulo abierto El Carro del Carbón.
A continuación, vemos una figura con aspecto algo antropomórfico, se trata de la nebulosa Hombre corriendo y a la izquierda de lo que podríamos considerar su cabeza cubierta con capirote, una brillante nebulosa en azul, la nebulosa Monedero de Sirena.
Tras rebasar una zona oscura, vemos una nebulosa con aspecto de cabeza de pájaro algo deforme, la Nebulosa de Mairans y pegada a ella, la Gran nebulosa de Orión.
Finalizando ya por el lado derecho, vemos emitiendo en azul, La Joya Perdida de Orión.
Continuará
Preciosa, Txema.
ResponderEliminargracias majo, esta es de las relativamente fácil, dado su tamaño, brillo y colorido requiere tiempo de de exposición relativamente cortos y resulta menos complicada de editar
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