Proyecto Observatorio 


                          
Confío en ser capaz de sacarlo adelante.

En lo alto de una de las fincas de olivos, sobre los 900 msnm.
No es el mejor de los sitios donde montar un observatorio, pero tiene la ventaja de estar relativamente cerca de casa, un cielo con índice 4 en la escala Bortle que es con el que se mide la contaminación lumínica y que siendo accesible para un todoterreno o una furgoneta como nuestra Kangoo, estará instalada en nuestro propio terreno, como a kilómetro y medio o dos del pueblo y suficientemente alejado de cualquier vía por la que hayan de circular vehículos que me deslumbren y que trasmitan vibraciones al terreno.
Aun así, quisiera hacer bien las cosas, primero, definir donde irá, algo que podéis ver en una de las fotos.
Ahí ira la solera sobre la que descansará la caseta metálica que se ve en la otra.
Pero antes de hacer dicha solera, allí donde tengo pensado instalar el telescopio, quiero hacer una buena base, un cubo de hormigón de 60X60X60 cm., desde cuyo centro, saldrá una columna posiblemente también de hormigón en cuyo extremo superior anclaré el telescopio.
Como para ello no voy a necesitar los casi once metros cuadrados del refugio, seguramente, lo dividiré para hacer una pequeña habitación donde estar al abrigo mientras el equipo trabaja.
Según vaya la cosa progresando, iré actualizando con nuevas entradas.
Una foto más como ejemplo de lo que este cielo permite incluso sin el filtro de contaminación lumínica que estoy obligado a utilizar en la terraza de casa.
Se trata del triplete de Leo.
De la Wikipedia
El Triplete de Leo, también llamado Grupo de M66, es un pequeño grupo de galaxias en la constelación de Leo. Está formado por las galaxias espirales M65, M66 y NGC 3628. Wikipedia
Distancia a la Tierra: 35 millones años luz

Tras el parón vacacional

Retomo el blog de mi astronomía, porque llamarlo blog de astronomía a secas, me parece bastante pedante por mi parte-no dejo de ser un recién llegado- para actualizar la entrada sobre el observatorio que trato de llevar adelante en lo alto de una de las fincas familiares.
Añado, pues unas cuantas fotos del proceso, donde se aprecian los avances, no así mi cansancio acumulado, aunque es sabido aquello de “sarna con gusto, no pica”, puedo dar fe de lo mucho que mortifica :-) :-) ;-)




Parte del proceso de preparación de la columna que soportara el telescopio. Los materiales, tubo y chapas de acero las compré en una chatarrería por 100 euros




Taladros y soldaduras, en el taller de maquinaria agrícola del pueblo, me costó otros 50 euros











La columna, ha sido anclada a una enorme roca de al menos tres metros cuadrados de superficie aproximada y con un grosor desconocido. En cualquier caso, mas de 15 cm, dado que con una broca de esa longitud, no conseguí traspasarla.
Cuatro buenos tornillos de expansión la anclaron firmemente a dicha roca.


Tras haber rebajado el terreno en pendiente con la pala del tractor, preparé un encofrado de cuatro por cuatro metros y diez cm de altura que nivelé apoyándolo en unas cuantas rocas. (El tractor y su pala no permiten un trabajo que corresponde a una retro excavadora, pero hizo el servicio), tras lo cual, rellenamos el exceso de profundidad con una buena cantidad de rocas y se colocó el mallazo. Todo ello, dará gran consistencia a la solera. 







Todo este trabajo en la finca, no hubiera sido posible o lo hubiera sido con un incremento sustancial en tiempo y esfuerzo por mi parte, sin la colaboración de nuestro tractorista y buen amigo Juan, que se ha implicado en mi ayuda casi como si a el, hombre de campo y de cortijo, estas cosas del cielo le importaran 




Una vez anclada la columna, que está separada de la solera y abrazada por una zapata de cincuenta cm en cuadro y treinta y cinco de altura, para evitar que cualquier vibración de la caseta refugio o del propio suelo al caminar por el, se trasmita a al telescopio, busqué el norte con mi brújula, alejándome lo suficiente, para que esta no se viera afectada por el hierro y realicé, una vez definido el punto, una marca con la radial, para referencia durante el estacionamiento




En esta dos tomas, se puede ver como he solucionado el anclaje del telescopio a la propia columna.
En la de arriba vemos como con un pedazo de diez cm, al que corté tras un sencillo cálculo, los cuatro cm que le sobraban al perímetro para, una vez cerrado y soldado, pudiera encajar en el interior del tubo y que pueda girar para su orientación. Tengo la idea de mecanizar el sistema mediante un engranaje y una maneta, que permita girar el conjunto de la instalación (telescopio etc) y así, no tener que utilizar los incómodos tornillos de azimut de mi montura cuando vaya a alinear a la estrella polar.
Con objeto de darle mayor estabilidad a la columna, la he llenado con arena hasta veinte cm antes del borde del tubo, con lo que no interferirá con el mecanismo que quiero implementar y que me obligará a realizar un mecanizado en forma de dientes a por lo menos una cuarta parte del perímetro del casquillo que entra en el tubo, pero eso será lo último que haga, quedan cosas mas urgentes por realizar, como por ejemplo, montar el refugio.



En esta vemos, como tras haber ejecutado las tareas de solera y columna, ya empiezo a plantear la posición de la caseta, que colocaré sobre una línea de bloques que la aislarán del suelo, evitando que el agua de hipotéticas lluvias, puedan colarse por debajo.



Para este último trabajo, no he podido contar con mi amigo Juan, que anda atareado con las faenas que tocan en el olivar en estos momentos y eso es mas importante que esto.
Una buena parte de los bloques, los macizamos con hormigón para poder colocarlos en la posición adecuada para que los tornillos de anclaje queden lo mas firme posible y ello incrementó por tres su peso, así que como se suele decir, tras el trabajo de colocarlos en solitario, he terminado "muerto matao" pero muy contento, porque esto va tomado forma y voy convenciéndome que si, que seré capaz de sacarlo adelante.
Ahora un par de días o tres de descanso y luego a montar el mecano que es el refugio/observatorio.
En la medida en que avance, seguiré actualizando esta entrada y como despedida, una foto de la nebulosa Dumbbell desde la terraza de casa




                  Prueba de funcionamiento


Los años y la vida, la experiencia en definitiva, le van enseñando a uno a no confiar en que todo salga bien, según lo previsto.
En demasiadas ocasiones, las cosas se tuercen, pese a que sobre el papel, nada indique que algo vaya a ir mal.
Por ello, decidí preparar todos los implementos de la columna, incluido el mecanismo de giro que se me ocurrió sobre la marcha, y me fui con el equipo para una noche de fotografía de cielo profundo.
El mecanismo diseñado, era efectivo solo a medias, pues, aunque conseguía que la montura girara, lo hacía con dificultad, a saltos, dado que la mecanización del engranaje en el casquillo, tuve que hacerlo dando pequeños cortes con la radial, y me fue imposible conseguir un trabajo fino.


La cosa hubiera sido diferente si lo hubiera pensado antes de tener la columna anclada y la placa soldada al casquillo. Por ello, no he tenido otra opción que recurrir al propio sistema de la montura y colocar una pieza metálica sobre la que presionan los tornillos de azimut.


Por otra parte, al poder alinear perfectamente al norte con la estrella polar a la vista, el ajuste fino resulta sencillo y apenas requiere esfuerzo, pues es muy poco lo que se necesita mover los ajustes para colocar en su sitio la polar en el octans del introscopio.
En una pequeña lata, deshice una cantidad de plástico duro y una vez licuado, introduje la cabeza de un tornillo de métrica doce y una vez solidificado, me permite anclar la montura a la segunda placa de la columna con total garantía, además, le puse una contratuerca para, una vez llegado al tope, darle un apriete con la llave apropiada, con lo que la garantía es aún mayor.


Tras nivelar perfectamente la placa con el anclaje, solo me quedó montar el equipo y esperar a que se hiciera la noche, para ver si todo funcionaba como se esperaba.
El éxito me llena de satisfacción. 90 fotos a 300” sin más deriva que la que se produce durante el tiempo en que el guiado está detenido mientras el enfocador automático hace su función cada 60´


Para la prueba, me enfoqué en la nebulosa brillante IC 1795, que es parte de la nebulosa Corazón




Poco a poco.
Hace ya tiempo que no actualizo el blog de astronomía, pero ello no significa que haya estado parado.
Lo contrario mas bien.
Pero ocurre que el trabajo es mucho y las cosas no están funcionando como esperaba. El refugio es demasiado grande para que el techo se deslice con facilidad, porque, pese a ser ligero, 11 metros cuadrados de cubierta terminan pesando mucho.
Ello me ha obligado a ir modificando la idea, hasta dar con algo que medio funciona, si bien, con bastante esfuerzo.
Os dejo algunas fotos del proceso.



La estructura perimetral del refugio



Colocando el techo




Ya terminado (Optimista yo)


Lo que pretendió ser el sistema original.
Además de demasiado pesado, al llevarlo hasta la mitad, para que siguiera cubriendo la parte dedicada a refugio donde estar al abrigo, el frontispicio triangular del tejado, quedaba demasiado cerca del telescopio, con lo cual, todo el oeste quedaba inutilizado para la observación y fotografía


En próximas actualizaciones, os iré mostrando como intento solucionar los problemas que han llegado a desmoralizarme, siquiera por un par de días. Nada que no pueda superar je.
Para esta ocasión, un par de fotos astronómicas 


La nebulosa Corazón

La nebulosa de La Burbuja y el cúmulo abierto Sal y Pimienta


 Nueva actualización :

Como quiera que el observatorio es lo que me tiene, mas que ocupado, absorbido, todos mis esfuerzos van dedicados a su consecución y afortunadamente, tras valorar incluso la posibilidad de abandonar el proyecto por las serias dificultades que me iba encontrando, he conseguido no obstante, reconducir el proyecto mediante soluciones que se me iban ocurriendo tras dejar el asunto en suspenso durante unos días. 




Algunas de estas soluciones han sido bien efectivas, como el bajar el techo, para que solo levante unos siete centímetros en el vértice. Dividirlo por la mitad para que la zona del refugio este siempre cubierta y sin necesidad de desplazarlo, también ha resultado una buena idea, que me ha permitido aislarlo interiormente en su totalidad, incluido el techo, mediante placas de poliestireno extruido de alta densidad y cuatro cm de grueso, que luego he cubierto con un friso en madera de abeto, lo que lo hace mas acogedor.




Me regalaron una puerta, que tuve que cortar por abajo, porque solo tengo ahí 190 cm y por ello, la manilla se ve bastante baja, pero a caballo regalado, no se le mira el diente, además, a la altura normal, he puesto una cerradura con un bombillo de seguridad, mas por efecto psicológico que como seguridad propiamente dicha
La parte del techo del observatorio, decidí hacerlo correr sobre la otra mitad, con lo que evito tener un armazón voladizo, como se ve en una de las fotos mas arriba y que siempre puede ser una fuente de problemas, para ello lo hago correr unos cuatro o cinco cm por encima del fijo mediante unas ruedas de monopatín que circulan por los perfiles sujetos por el exterior, en el borde superior de los laterales del refugio.



Pese a tener que desplazar solo la mitad del techo, la gran envergadura del mismo, con sus tres veinte por uno cincuenta no resulta sencillo, porque a la mínima, si no se empuja de manera muy uniforme, el techo tiende a cruzarse y se bloquea, haciendo muy complicado llevarlo hacia su posición, bien sobre el techo fijo para liberar el espacio de observación, bien sobre la zona de observatorio una vez llega el momento de recoger. Un problema este del desplazamiento de techo que no tenía claro como solucionar, hasta que se me ocurrió utilizar una larga cuerda en cuyos extremos coloqué unos mosquetones con los que, una vez enganchados a la estructura de las ruedas, me permite tirar desde una cierta distancia he ir corrigiendo la fuerza con que tiro en uno u otro lado para evitar que se cruce y se bloquee. Un poco cutre, pero efectivo.



Se ha venido el mal tiempo (por fin y bendito sea), así que he tenido que parar y me va quedando poco trabajo “grande” que hacer, aunque si ir retocando y mejorando algunas cosas. Por ejemplo, terminar de aplicar pintura de diferentes tonos para camuflarlo en el entorno, pues el verde intenso destacaba bastante entre los olivos y aunque está en un punto muy discreto, desde una zona de la carretera se veía mucho y pese a estar en una finca privada, ya sabemos que algo que llama la atención, despierta la curiosidad y no todos los curiosos son por definición respetuosos.


Seguiré informando  

2 comentarios:

  1. Menudo trabajo!! Eres un artista!
    No estaréis montando una franquicia de la NASA?? capaces seréis.

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    1. Pues la verdad es que hay muchos aficionados que colaboran con la NASA y con la ESA en el seguimiento de asteroides etc, pero es gente con mucho nivel, no como yo que soy un recién llegado sin conocimientos previos, aunque, eso si, con mucha voluntad e interés

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