Normalizando el proceso

Dicen mis amigos de Espacio Celeste que he superado las expectativas de aprendizaje, que lo he hecho con mucha rapidez, que conocen a gente que, con mucho más tiempo, siguen torpeando más que yo.

Y me dice mi Luisa, astrofísica ella, que no me agobie tanto, que el universo lleva ahí muchos miles de millones de años y que continuará estando por muchos más.

Pero el caso es que comparativamente, y teniendo en cuenta lo tarde que he llegado a esto, a un servidor apenas le queda una milmillonésima fracción de segundo para hacerme con la técnica y obtener resultados decentes.

De ahí mi empeño, casi obsesión por aprender y normalizar dicho proceso, para que las cosas rueden como tienen que rodar.

Y lo voy consiguiendo si, pero no solo gracias a dicho empeño. La tecnología ayuda mucho, si no hubiera contado con los adelantos puestos al alcance (con matices, esto último, que es todo muy caro) de los aficionados, tendría que seguir el proceso tradicional, buscar objetos a mano, para lo que mi conocimiento del cielo apenas me permitiría localizar unos pocos.

Y no hablemos del seguimiento y la fotografía hecha a la antigua usanza. Aquellos sí que eran auténticos genios.

Hoy podemos automatizarlo todo, como ya comente en alguna entrada anterior, desde buscar los objetos de interés de modo automático gracias a los ordenadores y programas a ello dedicados, hasta enfocar, guiar, etc.

No creo que lo hubiera conseguido, no en tan poco tiempo.

Así que si, que en ese sentido, he conseguido cierto grado de normalidad, que me permite estacionar el equipo con rapidez y garantía, pero por contra, mi pelea con la edición de las fotos sigue un proceso mucho más lento y laborioso. La curva de aprendizaje es mucho más lenta y compleja.

Así, no os dejéis engañar por las fotos, porque, aun estando satisfecho de lo que voy logrando, aún estoy lejos de los resultados de los buenos aficionados con más conocimientos que yo.

Para hoy, os dejo esta nebulosa Cabeza de Bruja. Podéis decirme si la veis o no.


IC 2118, también conocida como nebulosa Cabeza de Bruja o NGC 1909, es una muy tenue nebulosa de reflexión. Se cree que es un antiguo remanente de supernova o una nube de gas iluminado por la cercana supergigante azul Rigel. Wikipedia

Distancia a la Tierra: 1.000 años luz

Magnitud: 13

Coordenadas: Ascensión recta 5h 2m 0s | Declinación -7° 54′ 0″

Magnitud Aparente (V): 13

Constelación: Eridanus

Distancia: 1000 al

Tamaño aparente (V): 3×1 grados


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